Como es habitual cuando regresa de un viaje, Francisco respondió en el avión a las preguntas de los periodistas. Este momento, el encuentro con los rohinyás, centró parte de la conferencia de prensa. Francisco explicó que reunirse con este grupo perseguido era una condición para realizar el viaje.
FRANCISCO
“Después de haberlos escuchado uno a uno con el intérprete que hablaba su lengua, comencé a sentir algo dentro: “Yo no puedo dejarlos marchar sin decir una palabra”. Por eso pedí el micrófono. Y comencé a hablar... No recuerdo qué dije. Sé que, en un momento dado, pedí perdón. Creo que dos veces, no me acuerdo. Usted me preguntaba qué he sentido. En ese momento, yo lloraba. Lo hacía de forma que no se notase. Ellos también lloraban”.
El Papa también explicó que no pronunció la palabra “rohinyá” en público en Myanmar porque habría cerrado la puerta al diálogo con las autoridades. Reconoció que, en privado, sí habló claro e hizo llegar su mensaje.
En la conferencia de prensa, el Papa también habló de las armas nucleares.
FRANCISCO
“Hoy estamos al límite. Esto se puede discutir, es mi opinión y es mi firme opinión: Estoy convencido. Estamos al límite de la licitud de tener y usar las armas nucleares. ¿Por qué? Porque hoy, con un arsenal nuclear así de sofisticado, se corre el riesgo de destruir la Humanidad o, al menos, una gran parte de la Humanidad”.
Por último, Francisco aseguró que todavía quiere viajar a la India, y que quizá sea el próximo año, y que viajar a China sigue entre sus objetivos.