El Papa visitó el Kaba Aye Center, uno de los templos budistas más venerados de esta zona de Asia, para reunirse con la Sam-gha, el Consejo Supremo de los monjes budistas del país.
Antes de comenzar la reunión, el Papa se quitó los zapatos en señal de respeto.
Luego, las dos delegaciones se reunieron en un salón del templo, con una imagen luminosa de Buda.
BHADDANTA KUMARABHIVAMSA
“El Comité Estatal Sam-gha Mahanayaka del Myanmar saluda cordialmente a los honorables delegados guiados por Su Santidad Papa Francisco”.
Fue un encuentro delicado, porque muchos monjes extremistas azuzan la violencia contra minorías musulmanas. Por eso, el Papa dijo que la visita era una oportunidad para reafirmar el compromiso de todos los líderes religiosos “por la paz, el respeto de la dignidad humana y la justicia para todos los hombres y mujeres”. Luego, citó a Buda.
FRANCISCO
“'Derrota a la rabia con el amor; derrota al malvado mediante la bondad; derrota al avaro con la generosidad; derrota al mentiroso con la verdad'”.
“Que esta sabiduría siga animando todos los esfuerzos que se realizan para promover la paciencia y la comprensión, y para curar las heridas de los conflictos que a lo largo de los años han dividido a personas de distintas culturas, etnias y convicciones religiosas”.
El Papa recordó que los líderes religiosos deben ayudar a que en los conflictos del país “cada voz sea escuchada” para comprender a todos y afrontar con recíproca solidaridad los desafíos.
Antes de marcharse, el Papa recibió una imagen de oro de la espectacular pagoda y él regaló al presidente de los monjes una escultura futurista de una paloma de la paz.