El Papa se reunió con los obispos de Hungría en el marco de su visita ad limina.
Entre los obispos estaba el cardenal Péter Erdő, uno de los protagonistas del pasado Sínodo sobre la Familia.
La Iglesia húngara consiguió reorganizarse tras la caída del comunismo y afronta nuevos desafíos como el de la acogida de los inmigrantes.
De los 10 millones de habitantes de este país, aproximadamente 6 son católicos.