El jueves 23 de noviembre a las 17:30 en la basílica de San Pedro el Papa presidirá una celebración litúrgica por la paz en dos de los países más castigados en el planeta: Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. Intentó viajar a estos dos países y no lo consiguió, pero sigue muy de cerca su evolución.
En Sudán del Sur hasta 7 millones de personas sufren hambre y un cuarto de sus habitantes han tenido que abandonar sus hogares. La guerra civil cumple cuatro años y nada hace pensar que terminará pronto.
Sudán del Sur es además uno de los países donde ser madre significa afrontar la muerte. Es el quinto país con mayor mortalidad materna. Solo el 44% de las embarazadas tiene acceso a la atención médica.
La República Democrática del Congo es un polvorín. La inestabilidad política ha sumergido al país en el caos a pesar de ser una de las zonas más ricas en minerales.
Los conflictos entre ejército, grupos yihadistas y sectas, alimentados por la corrupción han generado fosas comunes y refugiados. Millones. Tanto es así que República Democrática del Congo es el país de África que más desplazados internos tiene en todo el continente: casi 4 millones. Además acoge en sus fronteras a 500.000 desplazados de otros países.