Vienen desde un pueblo de Alemania con un doble objetivo: asistir a la audiencia general del Papa Francisco y tocar aquí, en mitad de la Plaza de San Pedro. El grupo se llama “Cucumber brass” y está formado por católicos, protestantes y bautistas que dicen tener la misma creencia cristiana.
“Sentimos que se trata de una comunidad grande y unida. Aunque había mucha gente había mucho silencio y nos sentimos realmente unidos como hermanos”.
Tocan para alabar a Dios, pero también para divertirse. Por eso, aunque no han podido hacerlo frente al Papa, lo hacen rodeados del público que se acerca al oír estos acordes.
“Queríamos tocar dentro, pero como no estaba permitido y no queríamos crear problemas tocamos aquí, para la gente y para Dios”.
Las palabras del Papa les han recordado que en la vida hay momentos dulces y amargos, pero que al final de los tiempos les espera el abrazo del Padre.
“Cruz y paraíso están juntos, incluso en la vida. Tenemos cruces pero también el paraíso, y sabemos que al final del todo es esto lo que nos espera”.
Con la alegría de haber escuchado la catequesis de Francisco, los “Cucumber brass” permanecen en la plaza, animando a decenas de peregrinos que se paran a escucharlos y fotografiarlos.