Hay más de 65 millones de personas desplazadas y refugiadas en el mundo. Se trata de un drama que no solo afecta a los países de los que huyen estas personas sino, sobre todo, a los países que las acogen. Por eso, como parte de la sociedad, el mundo de la Universidad no quiere permanecer ajeno a este flujo de personas cuya situación reclama una reflexión y una actuación.
La Federación Internacional de Universidades Católicas ha ideado una red que comprenderá universidades de todo el mundo para contribuir a paliar esta emergencia. Lo harán desde difundiendo una mentalidad de acogida entre sus estudiantes hasta diseñando programas de educación a distancia para personas en los campos de refugiados.
P. RENÉ MICALLEF
Universidad Gregoriana
“Queremos tener una red que reflexione sobre cómo educar a nuestros estudiantes sobre el tema de la migración y el asilo, porque, en ocasiones, también a nuestros estudiantes les llegan las mentiras sobre este tema. La universidad tiene una responsabilidad como voz en el contexto de la sociedad civil. Queremos contribuir también nosotros a formar a la opinión pública y a ayudar a aquellos que deben tomar decisiones”.
Para el Papa Francisco la tragedia de los refugiados y desplazados ocupa un lugar fundamental de sus preocupaciones. Prueba de ello es que él personalmente se ocupa de la oficina vaticana para migrantes y refugiados.
P. FABIO BAGGIO
Subsecretario, Discasterio para el Desarrollo Humano Integral
“Cuando presentamos al Santo Padre la idea de apoyar esta conferencia y esta reunión de universidades católicas comprometidas en este trabajo, no solo ha dado su visto bueno sino que nos ha animado a estar presentes en el mundo universitario, en el mundo académico”.
Durante cuatro días en Roma una conferencia en la Universidad Gregoriana perfilará este proyecto. Por el momento hay 12 universidades de todo el mundo implicadas en la red que crecerá para promover un pensamiento y una reflexión sobre el fenómeno migratorio que sea justa y humana, ajena a cualquier ideología.
