Durante su homilía en Casa Santa Marta el Papa advirtió contra el rigorismo doctrinal. Dijo que como en tiempos de Jesús también hoy en día hay pastores que cierran las puertas de la Iglesia a quienes desean entrar.
FRANCISCO
“Hace tres meses, en un país, en una ciudad, una mamá quería bautizar al hijo recién nacido, pero ella estaba casada civilmente con un divorciado. El párroco dijo: ‘Sí, sí. Bautizo al niño, pero tu marido está divorciado. Que se quede fuera, no puede estar presente en la ceremonia’. Esto sucede hoy. Los fariseos, los Doctores de la Ley, no son cosas de aquellos tiempos. También hoy hay muchos de ellos. Por esto es necesario rezar por nuestros pastores”.
El Papa explicó que quienes actúan como los fariseos de los tiempos de Jesús deben volver a descubrir el significado de la misericordia de Dios.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
“Este llevarse la capacidad de comprender la revelación de Dios, de entender el corazón de Dios, de comprender la salvación de Dios – y la clave del conocimiento – podemos decir que es un grave olvido. Se olvida la gratuidad de la salvación; se olvida la cercanía de Dios y se olvida la misericordia de Dios. Y los que olvidan la gratuidad de la salvación, la cercanía de Dios y la misericordia de Dios, se han llevado la clave del conocimiento.
Para ellos Dios es el que hizo la Ley. Y este no es el Dios de la revelación. El Dios de la revelación es Dios, que ha comenzado a caminar con nosotros desde Abraham hasta Jesucristo, el Dios que camina con su pueblo. Y cuando se pierde esta relación cercana con el Señor, se cae en esta mentalidad obtusa que cree en la autosuficiencia de la salvación con el cumplimiento de la Ley. La cercanía de Dios.
En mi país escuché muchas veces de párrocos que no bautizaban a los hijos de las madres solteras, porque no habían nacido dentro del matrimonio canónico. Cerraban la puerta, escandalizaban al pueblo de Dios, ¿por qué? Porque el corazón de estos párrocos habían perdido la clave del conocimiento. Sin ir tan lejos en el tiempo y en el espacio, hace tres meses, en un país, en una ciudad, una mamá quería bautizar al hijo recién nacido, pero ella estaba casada civilmente con un divorciado. El párroco dijo: ‘Sí, sí. Bautizo al niño, pero tu marido está divorciado. Que se quede afuera, no puede estar presente en la ceremonia’. Esto sucede hoy. Los fariseos, los Doctores de la Ley, no son cosas de aquellos tiempos. También hoy hay tantas de estas. Por esto es necesario rezar por nuestros pastores. Rezar, para que no perdamos la clave del conocimiento y no cerremos la puerta a nosotros y a la gente que quiere entrar”.