Francisco en Santa Marta advierte contra la “sordera” espiritual

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17/10/2017
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Durante su homilía en Casa Santa Marta el Papa advirtió contra la “sordera” espiritual de quienes no saben escuchar la Palabra de Dios. Dijo que los que la padecen son prisioneros de su incapacidad de apertura e incapaces de amar.

FRANCISCO
“El necio no escucha. Cree que escucha pero no escucha. Busca salirse siempre con la suya. Y por esto la Palabra de Dios no puede entrar en el corazón, no hay sitio para el amor. Y si entra, entra destilada, transformada por mi concepción de la realidad. Los necios no saben escuchar. Y esta sordera les lleva a esta corrupción”.

Francisco pidió a los cristianos recordar la nostalgia que Jesús siente por su gente, a la que ama pero que no le escuchan porque están guiados por su necedad, la apariencia, los ídolos o las ideologías.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL
(Fuente: Radio Vaticana)

“La necedad es un no escuchar. Literalmente se puede decir un ‘necio’, ‘no sé’, no escuchar. La incapacidad de escuchar la Palabra: cuando la Palabra no entra, no la dejo entrar porque no la escucho. El necio no escucha. Él cree que escucha, pero no escucha. Hace la suya, siempre. Y por esto la Palabra de Dios no puede entrar en el corazón, y no hay lugar para el amor. Y si entra, entra destilada, transformada por mi concepción de la realidad. Los necios no saben escuchar. Y esta sordera los conduce a esta corrupción. No entra la Palabra de Dios, no hay lugar para el amor y, al final, no hay lugar para la libertad”.

“No son libres, y no escuchar, esta sordera no deja lugar al amor y ni siquiera a la libertad: nos conduce siempre a una esclavitud. ¿Yo escucho la Palabra de Dios? ¿Y la dejo entrar? Esta Palabra, que hemos oído cantando el Aleluya, es la Palabra de Dios viva, es eficaz, discierne los sentimientos y los pensamientos del corazón. Corta, va dentro. ¿Dejo entrar esta Palabra? ¿O a esta Palabra soy sordo? ¿Y la transformo en pertenencia, la transformo en idolatría, hábitos idolátricos, o la transformo en ideología? Y no entra… Ésta es la necedad de los cristianos”.

“Y si caemos en esta necedad, nos alejamos de Él y Él experimenta esta nostalgia. Nostalgia de nosotros. Y Jesús con esta nostalgia lloró, lloró por Jerusalén: era precisamente la nostalgia de un pueblo que había elegido, había amado pero que se había alejado por necedad, que había preferido las apariencias, los ídolos o las ideologías”.

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