En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco habló de la importancia de conocer las propias raíces, porque quien reencuentra su origen reencuentra la alegría.
FRANCISCO
“Una persona sin raíces, que ha olvidado sus propias raíces, está enferma. Recuperar, redescubrir sus propias raíces y recobrar fuerza para ir adelante, la fuerza para dar fruto”.
Por último, Francisco aseguró que al igual que sucede con las personas, un pueblo que deja de lado sus raíces es también un pueblo enfermo.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
“Una persona sin raíces, que ha olvidado sus propias raíces, está enferma. Recuperar, redescubrir sus propias raíces y recobrar fuerza para ir adelante, la fuerza para dar fruto y, como dice el poeta, ‘la fuerza para florecer del árbol florido, viene de lo que está enterrado. Precisamente esa relación entre la raíz y el bien que nosotros podemos hacer”.“Las resistencias pertenecen a los que prefieren el exilio, y cuando no hay exilio físico, el exilio es psicológico: el autoexilio de la comunidad, de la sociedad, aquellos que prefieren ser un pueblo desarraigado, sin raíces. Debemos pensar en esta enfermedad del autoexilio psicológico: hace tanto mal. Nos quita las raíces. Nos quita la pertenencia”.
“El hombre y la mujer que reencuentran sus propias raíces, que son fieles a su propia pertenencia, son un hombre y una mujer con alegría, con alegría, y esta alegría es su fuerza. Del llanto de tristeza al llanto de alegría; del llanto de debilidad por estar lejos de sus raíces, lejos de su pueblo, al llanto de pertenencia: ‘Estoy en casa’. Estoy en casa”.