La primera etapa del Papa en Bolonia fue este centro de internamiento para extranjeros donde viven un millar de inmigrantes y refugiados. Para ser uno más entre ellos, los internos tuvieron con el Papa este simbólico gesto.
Es el mismo brazalete que reciben estas personas cuando llegan. Al Papa le personalizaron el suyo con su nombre y un número. La mayoría de los internos proceden de África, Asia y Oriente Medio, mucho de ellos fueron rescatados en el mar. El Papa pasó un largo rato saludándolos uno y también se fotografió con todos los que se lo pidieron. Después les dirigió unas conmovedoras palabras de ánimo.
FRANCISCO
“¿Sabéis lo que sois? Sois “luchadores de esperanza”. Algunos no llegaron porque fueron tragados por el desierto o por el mar. Los hombres no los recuerdan pero Dios sabe sus nombres y los acoge junto a Él. Hagamos todos un instante de silencio recordándolos y rezando por ellos”.
El Papa prosiguió con su visita presidiendo el rezo del Ángelus acompañado por trabajadores y empresarios. Invitó a todos a trabajar juntos para “aumentar las oportunidades de trabajo digno”.
A la hora de almorzar, la catedral de la ciudad, una de las más grandes de Europa, se convirtió en una gran comedor para refugiados, personas pobres, enfermos y presos.
FRANCISCO
“Estáis en el centro de esta casa. La Iglesia os quiere en el centro. No os prepara un lugar cualquiera o diferente. En el centro y juntos”.
Unas 1.400 personas compartieron mesa y mantel con el papa Francisco que inmediatamente después mantuvo un encuentro con el clero diocesano. A los sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas de Bolonia les pidió “huir del clericalismo como de la peste”.
Para su último encuentro el Papa escogió el mundo de la universidad. No en vano, en Bolonia hay una de las universidades más antiguas y prestigiosas de Italia. Francisco invitó a los jóvenes a desarrollar unos estudios humanos y humanizantes. También les pidió soñar.
FRANCISCO
“No os conforméis con sueños pequeños, soñad a lo grande”.
Por último, Francisco presidió la misa dominical en el estadio de la ciudad. Allí, ante 40.000 personas, el Papa pidió vivir de acuerdo a las tres “P”.
FRANCISCO
“La primera es la Palabra, que es la brújula para caminar humildemente, para no perder el camino de Dios y caer en la mundanidad. La segunda “P” es el pan, el Pan Eucarístico porque en la Eucaristía todo empieza. FLASH En definitiva, la tercera “P” son los pobres”.
Con esta ceremonia concluyó la intensa visita del Papa a esta diócesis en la que no quiso olvidar a ninguno para que todos y cada uno sintieran la cercanía del obispo de Roma.
