El Papa ha explicado en Santa Marta que el remordimiento es como una herida que duele cuando hemos hecho algo malo. Aconsejó tener la valentía de escucharlo y de acusarse ante Dios del mal cometido.
FRANCISCO
“No tengáis miedo a los remordimientos de conciencia: son un síntoma de salvación. Tened miedo a cubrirlos, a maquillarlos, a disimularlos, a esconderlos... A eso sí. Sed claros, y así el Señor nos cura”.
El Papa explicó que la clave es no tener miedo a buscar la verdad sobre nuestra vida, y aconsejó confesarse de los pecados para que el perdón de Dios cure la herida del remordimiento.