Antes de comenzar la audiencia general, el Papa recorrió la plaza de San Pedro con el papamóvil y saludó a pequeños de diversas las nacionalidades.
Luego, continuó su catequesis sobre la esperanza. Habló de los enemigos de la esperanza. Aseguró que a las personas a las que se les da todo, se las priva de las lecciones y valores más importantes.
FRANCISCO
“A veces, tener todo en la vida es un infortunio. Pensad en un joven al que no se le ha enseñado nunca la virtud de la espera y de la paciencia, que no ha tenido que sudar por nada, que ha quemado las etapas con 20 años, que 'sabe ya cómo va el mundo'; está destinado a la peor condena: a no desear nada más”.
Francisco describió la esperanza como el motor que impulsa a las personas a perseguir sus sueños, incluso cuando las cosas no van a favor.
El Papa aprovechó también para hablar sobre la nueva campaña de Cáritas dirigida a refugiados e inmigrantes.
FRANCISCO
“La esperanza es el impulso en el corazón de quienes parten dejando atrás su casa, su tierra, a veces a sus familiares y parientes, pensad en los emigrantes, en busca de una vida mejor”.
“Es el impulso a “compartir el viaje” de la vida, como nos recuerda la campaña de Cáritas que hoy inauguramos. Hermanos, amigos de Cáritas, señor presidente, hermanos, ¡no tengáis miedo de compartir el viaje! No tengáis miedo. ¡No tengamos miedo de compartir la esperanza!”.
Esta atractiva nueva campaña de Cáritas tiene como objetivo la integración de los más desfavorecidos en la sociedad. Durará dos años y el Papa espera que así se pueda promover una cultura de encuentro.
