Al terminar la audiencia general, el Papa saludó a unos invitados muy especiales. Son investigadores universitarios, los ganadores de la primera edición de los “Premios Razón Abierta”.
El galardón promueve el estilo de universidad propuesto por Benedicto XVI: un lugar donde se investigue la realidad desde distintas perspectivas para llegar a la verdad y superar el relativismo.
Los premios han sido creados por la universidad española Francisco de Vitoria, y tienen el aval de la Fundación Ratzinger-Benedicto XVI. En su primera edición se presentaron más de 300 trabajos de 30 países diferentes.
Los premiados en la categoría “Investigación” son Darcia Narvaez, de la universidad de Notre Dame de Estados Unidos, por su trabajo sobre neurobiología; y Claudia Vanney y Juan Frank, de la Universidad Austral en Argentina, promotores de la obra 'Determinismo o indeterminismo', un estudio que combina Filosofía y Ciencia.
En la categoría “Enseñanza” los premiados son Michael Garanzini, Michael Schuck y Nancy Tuchman, por su trabajo 'Curar la Tierra', de la Universidad Loyola de Chicago y la religiosa dominica húngara Laura Baritz, por su programa KETEG, que presenta un pensamiento económico acorde con la doctrina social de la Iglesia.
Los videojuegos también tienen hueco en este premio. Para demostrar la variedad de las investigaciones que promueve el galardón, la mención especial fue dirigida a Alberto Oliván y Arturo Encinas, de la Universidad Francisco de Vitoria, por su trabajo “La enseñanza en la narración de los videojuegos”.