El Papa Francisco volvió a dar una sorpresa con su ya conocido “Viernes de la misericordia”. En esta ocasión, el Papa visitó la Fundación Santa Lucía, un centro de rehabilitación de niños y adultos con trastornos neurológicos.
El Papa agradeció su esfuerzo y trabajo al director general, el doctor Edoardo Alesse, y a la presidenta de la Fundación, la doctora Maria Adriana Amadio.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando interactuó con los pacientes en el departamento de rehabilitación de niños, quienes lo recibieron entre aplausos.
Algunos de ellos incluso no pudieron contener sus ganas de abrazarlo.
“Sí, ve a saludarlo”.
“Ven, ven, ven”.
“Ve, cariño, ve. Corre”.
El Papa Francisco saludó uno por uno a todos los pacientes y dedicó unas palabras a los padres y cuidadores. Antes de volver al Vaticano, bendijo a todos los que estaban allí con él.