Ante 30.000 personas el Papa Francisco reflexionó sobre el perdón, el tema del Evangelio del día.
Aconsejó que cuando cueste perdonar, se recuerden las palabras del padrón que perdonó toda la deuda al siervo despiadado de la parábola.
FRANCISCO
“¿No debías también tú tener piedad de tu compañero, así como yo he tenido piedad de ti? Quien ha experimentado la alegría, la paz y la libertad interior que viene del ser perdonado, puede abrirse a la posibilidad de perdonar”.
Francisco recordó que la misericordia de Dios no tiene límites y que le basta una pequeña señal de arrepentimiento para perdonar.