A escasos metros del Vaticano y a orillas del río Tíber se encuentra Castel Sant'Angelo. Esta simbólica fortaleza, que sirvió de refugio al Papa Clemente VII durante el saqueo de Roma, acoge ahora una exposición de Giorgio Barbarelli. El artista veneciano es considerado uno de los pintores más misteriosos del Alto Renacimiento debido a la poca información que se tiene sobre él.
En sus pinturas predominan los contraluces, los paisajes y una técnica innovadora para su tiempo: eran realizadas sin un dibujo previo sobre el lienzo.
“Mi parte preferida fue ver todos esos retratos de personas porque me parece realmente interesante ver las mujeres que solían pintar y cómo ha cambiado el ideal de belleza de aquel entonces hasta hoy en día”.
Algunos de los visitantes ni siquiera sabían que había una exposición dentro del Castillo, una sorpresa que fue muy bienvenida.
“Fue una muy muy buena sorpresa porque todo nos dejó impresionadas. Los techos y estas pinturas... Todo es tan bonito.”
“Sí... Todas las pinturas son increíbles. No me puedo creer que esté aquí”.
“No sabíamos que había un museo dentro del Castillo, estábamos haciendo el tour normal y es genial. Encontrar estas pinturas aquí ha sido una gran sorpresa”.
“Es un modo genial de terminar el tour, conociendo nuevas obras de arte”.
Se sabe muy poco sobre este artista veneciano ya que murió con tan solo 34 años a causa de la peste. Giorgione dejó muchos cuadros inacabados que fueron terminados más tarde por otros artistas como Tiziano y a día de hoy solo se han reconocido 6 obras como suyas entre las más conocidas están “La Tempestad” y “Los Tres Filósofos”.
No se conocen ni las fechas exactas de su nacimiento ni su muerte, pero se sabe que vivió durante el siglo XVI. Quizá ese gran misterio que envuelve su figura junto con los antiquísimos muros de Castel Sant'Angelo hace de esta unión una de las combinaciones más fascinantes de arte en la Ciudad Eterna.