El ex primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, saludó al Papa al terminar la audiencia general. Le expuso su preocupación por la situación de las minorías en Medio Oriente y le ofreció su apoyo.
“Es un placer conocerle. Es un gran honor”.
“Rece por mí, no se olvide”.
“Siempre lo hago. Por favor, rece por mí también. Necesito sus oraciones. Es un placer conocerle.”
No es la primera vez que el político británico convertido al catolicismo está en el Vaticano. En 2007 visitó a Benedicto XVI poco antes de dejar su cargo como primer ministro.