La última vez que Francisco visitó Colombia fue hace seis años, cuando era cardenal, para participar en un encuentro sacerdotal.
El miércoles volverá a Bogotá vestido de blanco y con una misión entre manos: promover la paz.
GREG BURKE
Portavoz del Vaticano
“El Papa quiere dar el primer paso en un proceso muy importante. La reconciliación, ser promotores de la paz, constructores de la paz, promotores de la vida y de la dignidad humana”.
El viaje del 6 al 11 de septiembre está dividido en cuatro etapas. La primera en la capital Bogotá. Allí hablará ante las autoridades civiles y eclesiásticas. También tendrá una reunión con los obispos representantes de toda América Latina.
GUZMÁN CARRIQUIRY
Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina
“No es un viaje que tenga solo consecuencias para Colombia porque hoy en día Colombia es el epicentro geopolítico de América Latina”.
La segunda etapa será en la ciudad símbolo del conflicto armado del país: Villavicencio, la puerta al Amazonas y una de las regiones más castigadas por la guerra al narcotráfico. Este fue el lugar elegido para hacer un encuentro de oración por la reconciliación del país en el que participarán víctimas de la violencia y exguerrilleros.
MONS. OCTAVIO RUIZ ARENAS
Arzobispo emérito de Villavicencio (Colombia)
“Todos esperábamos que fuera a Chocó por la situación que viven ellos pero la situación climatológica no lo permite porque se cierra el aeropuerto muy fácilmente y no hay ningún modo de salir. Y escogieron Villavicencio por dos razones. Porque es la capital de un departamento que sufrió muchísimo la violencia por parte de las FARC, de parte de los paramilitares y del Estado. Y también porque es la puerta de la Amazonia”.
La tercera etapa, en cambio, será Medellín. Allí visitará una de las obras sociales símbolo de la región; el Hogar San José. Se trata de un orfanato de casi un siglo de antigüedad levantado por un misionero y sostenido en gran parte por los propios ciudadanos.
La última parada será en Cartagena, donde Francisco visitará uno de los barrios más pobres de la ciudad. Rezará ante la tumba de Pedro Claver, misionero defensor de los derechos de los indígeneas y también celebrará misa antes de despedirse.
En el aire queda si Francisco se reunirá con Ingrid Betancourt, quien pasó 6 años secuestrada por las FARC o con obispos de Venezuela para seguir de cerca la crítica situación del país. Con ellos ya se vio en el pasado junio.