El colombiano Nestor Pongutá lleva 17 años siguiendo de cerca la actualidad del Vaticano. Ahora, con la visita de Francisco a su país, ha publicado el libro “Un tinto con el Papa Francisco”.
NESTOR PONGUTÁ
Autor, “Un tinto con el Papa Francisco”
“Este libro no es ningún tratado del pensamiento de los pontífices, ni ningún análisis teológico, porque ni lo pretendo ni lo sé hacer, sino es más unas crónicas de un periodista que sigue el Vaticano y que comparte, de alguna manera, lo fascinante y magnífico que es seguir un lugar donde lo que no es sagrado es secreto”.
Y entre esas crónicas se cuentan historias que ocurren dentro de los muros del Vaticano, la amistad del Papa con Borges, su revolución en la forma de comunicar... Pero también la anécdota del autor con Francisco gracias a unas bolsas de café.
NESTOR PONGUTÁ
Autor, “Un tinto con el Papa Francisco”
“Me inscribí a una audiencia del Santo Padre con un presidente. Al final, cuando llegué a saludarlo, le digo: 'Santo Padre, sólo dígame sí o no, ¿va a ir a Colombia? Yo sólo necesito saber eso y no molesto más'. Entonces, me miró, sonrió y dijo: ' Si me das un tinto colombiano, te doy más datos'”. FLASH “Pues le traje el tinto. Él lo olió. Disfrutó su aroma, le dijo a su jefe de protocolo: 'Póngamelo aparte, no me lo vayan a refundir'. Y me dijo, el 12 de febrero de 2016: Si el proceso de paz se firma, y si va adelante, y está blindado, ten por seguro que voy a ir en 2017'”.
Francisco ha seguido muy de cerca el proceso de paz. En 2014, recibió una carta de las FARC, en la que le pedían ayuda. Un año después el presidente Juan Manuel Santos le solicitó también que mediara para acabar con el conflicto.
NESTOR PONGUTÁ
Autor, “Un tinto con el Papa Francisco”
“Él trabaja algo que se llama la cultura del encuentro, que es trabajar en lo que une y dejar a un lado lo que divide. Por eso también trajo aquí a Álvaro Uribe, el expresidente de Colombia, y lo reunió con Juan Manuel Santos. Esa manera de escucharlos a ambos le permitió entender la polarización que había en el país”.
Todos las partes del conflicto reconocían en el Papa a un validador moral, y eso ha permitido que el proceso avance y el viaje se haga realidad.
Una gran historia que comenzó gracias a unas bolsas de café, y que concluye con la tercera visita de un Papa a Colombia.
