Miles de personas lanzan cada día sus monedas a la Fontana de Trevi pidiendo un deseo, lo que no saben es que con su dinero cumplen los deseos más básicos de personas necesitadas.
Esta es “Citadella di Santa Giacinta”, una mini ciudad de Cáritas a pocos kilómetros del centro de Roma, que funciona gracias a un porcentaje del dinero recaudado de la famosa fuente romana.
En ella hay una residencia para ancianos, un comedor social, un dentista y un supermercado, llamado Emporio Cáritas, donde pueden hacer la compra personas y familias sin recursos.
PAOLO GALLI
Emporio Cáritas
“Los centros de atención a la familia dan dos tipos de tarjetas: una para la familia, los criterios se basan en el número de componentes y de los ingresos, y otra para los bebés de 0 a 2 años que suelen ser de 45 puntos”.
Las tarjetas duran 6 meses, y son cargadas con puntos. Según el número de familiares y de los ingresos pueden recibir de 100 a 250 puntos al mes, cada punto equivale a un euro.
El 35% de los productos de este supermercado vienen del Fondo de Ayuda Europea para los más necesitados, FEAD. El resto son donaciones de empresas privadas o incluso de personas que una vez tuvieron que pedir ayuda.
PAOLO GALLI
Emporio Cáritas
“Hay testimonios de algunas personas, que tras pasar por sus momentos oscuros, han venido aquí pero para donar. Compran cosas y vienen y las donan porque dicen: 'Vosotros me ayudasteis cuando yo lo necesitaba, ahora que no necesito, os ayudo yo. Es una cosa muy emocionante”.
Estas personas tenían una vida normal hasta que por un despido, o por alguna situación inesperada se quedaron sin un modo de mantener a su familia o de poder llegar a fin de mes. La parte más especial de este proyecto es cómo se sustenta.
PAOLO GALLI
Emporio Cáritas
“El milagro es este: el milagro es que todo lo que veis aquí son donaciones. Aquí hay tres trabajadores el resto son voluntarios, yo mismo soy uno, no soy trabajador de Cáritas, trabajé durante muchos años, me jubilé y ahora ayudo aquí”.
Cierto es que a veces quien menos tiene es quien más da, y personas como Paolo que dedican su día a día y su esfuerzo para ayudar a quienes lo necesitan, son un claro ejemplo de ello.