No queda más tiempo para el pequeño Charlie Gard, el niño que padece una enfermedad calificada como ultra rara pero que podría haber recibido una terapia experimental. Sin embargo, ya es demasiado tarde. La batalla legal ha hecho perder a Charlie un tiempo precioso.
MARIELLA ENOC
Presidenta Hospital Bambino Gesù
“Este episodio nos enseña una gran lección. Sin una relación entre los médicos, los científicos y la familia no se puede llegar a ninguna parte. Porque se crean enfrentamientos, se baten las partes en duelo. Lo único que a Charlie no le ha ayudado ha sido ir a los tribunales”.
El hospital pediátrico del Vaticano estaba dispuesto a acoger al bebé para darle tratamiento de forma totalmente gratuita. Incluso sus médicos examinaron al pequeño. No se puede hacer nada porque la masa muscular de Charlie está demasiado atrofiada y dañada. De haber actuado antes, quizá podría haber cambiado la historia.
DR. LUIGI BERTINI
Responsable enfermedades musculares y neurodegenerativas
“En este grupo de enfermedades degenerativas o metabólicas, cuanto antes se llegue, es mejor. El problema concreto aquí es que se trata de una enfermedad muy rara. Ha sido probablemente la primera vez que se planteaba un tratamiento”.
El Papa ha estado muy pendiente del caso. El pasado 2 de julio mediante un comunicado dijo sentirse conmovido por la situación del niño. Al conocer que ya no se puede hacer nada, emitió otro comunicado en el que asegura que reza para que los padres del pequeño Charlie puedan hallar consuelo.
Por eso, el hospital del Papa asegura que han hecho lo posible por atender la petición desesperada de los padres e insisten en que con las actuales condiciones de Charlie, cualquier intento de terapia hoy por hoy constituiría un encarnizamiento terapéutico.
