El Vaticano ha apagado las 100 fuentes de la plaza de San Pedro y de los alrededores debido a la extrema sequía en Roma.
Esta primavera y verano están siendo los más secos de los últimos 60 años, e Italia está a punto de sufrir un desastre natural.
Para ayodar en esta lucha, la ciudad ha pedido que se racione el agua a lo largo del día, mientras que Roma está aprovechando los lagos cercanos para tener agua adicional.
Francisco ha aceptado hacer lo mismo en el Vaticano. Esta acción encaja con su visión sobre el medio ambiente, que apareció reflejada en su encíclica “Laudato si”.