Cuando en 2015 se alzaron los rumores de que el Papa haría santo al cardenal croata Aloysius Stepinac, el patriarca ortodoxo serbio le escribió para decirle que lo considerarían una ofensa.
Entonces Francisco reunió a esta comisión de expertos croatas y serbios para que analizaran la vida del cardenal. Después de un año de trabajos, no se han puesto de acuerdo.
Aloysius Stepinac era arzobispo de Zagreb cuando tomó el poder el grupo filofascista de los Ustaša. Estos aliados de Hitler y Mussolini fundaron el Estado Independiente de Croacia y persiguieron a los judíos, a los gitanos y también a los ortodoxos serbios que había en el país.
BERNARD ARDURA
Presidente, Pontificio Comité de Ciencias Históricas
“El periodo que, digamos, presenta más problemas va desde 1940 a 1945, los años del Estado Independiente de Croacia. Los serbios acusan al arzobispo Stepinac de ser un colaborador del régimen, o sea, un cómplice, un cómplice de las atrocidades que hizo el partido Ustaša. Pero esto no se puede probar”.
Bernard Ardura ha presidido los trabajos de la comisión mixta, en la que han trabajado representantes civiles y religiosos de Croacia y de Serbia. Sin embargo, las dos partes siguen interpretando de modo distinto las acciones, los silencios y las palabras del cardenal.
BERNARD ARDURA
Presidente, Pontificio Comité de Ciencias Históricas
“Impidió la deportación de 300 sacerdotes eslovenos. Escribió y dijo que quería que estuvieran en la diócesis de Zagreb. Y no fueron deportados. Para los serbios, es la prueba de su papel político”.
En opinión de Bernard Ardura, el obispo acogió la independencia de Croacia con muchas esperanzas, pero luego se decepcionó. En cualquier caso, en ningún momento Stepinac actuó como político.
Con la llegada del régimen comunista, en 1946, el arzobispo fue procesado y condenado por colaboración los Ustaši. Pasó cinco años en prisión y luego bajo arresto domiciliario. Allí murió en 1960.
Juan Pablo II lo beatificó en 1998. Los ortodoxos serbios lo consideran un confesor de la fe, pero no un mártir.
El fruto positivo del trabajo de la Comisión es que los católicos de Croacia y los ortodoxos de Serbia quieren estudiar juntos la historia de los mártires cristianos de aquel periodo.
Han entregado al Papa los datos de su estudio, y Francisco decidirá si es o no oportuno canonizar al arzobispo de Zagreb.