La Santa Sede expresó mediante un comunicado su 'grave preocupación' por la situación del obispo de China continental Peter Shao Zhumin, de Wenzhou. El prelado fue detenido por la policía china el fin de semana de Pascua de 2017. El gobierno no lo reconocía como obispo.
El Vaticano señaló que 'la comunidad católica diocesana y los familiares no tienen noticias ni sobre el motivo de su distanciamiento ni del lugar donde permanece. Por eso La Santa Sede, profundamente adolorada por este y otros episodios similares que por desgracia no facilitan el camino del entendimiento, espera que Mons. Pietro Shao Zhumin pueda volver cuanto antes a la diócesis y que se le garantice el poder desenvolver serenamente su ministerio episcopal'.
Por último, la Santa Sede señala que 'todos estamos invitados a rezar por Mons. Shao Zhumin y por la Iglesia Católica en China'.