Dentro de pocas semanas, Gregorio Rosa Chávez se convertirá en el primer cardenal de El Salvador. Dice que aún no se le ha pasado la sorpresa y que se siente abrumado.
MONS. GREGORIO ROSA CHÁVEZ
Obispo Auxiliar de San Salvador
'Sé lo que significa en cuanto a estar cerca del Santo Padre, colaborar con él con total fidelidad, es lo que le pido a Dios, que sea capaz de estar a la altura de lo que él espera de mí, y al servicio de la gente, a la que siempre hemos servido lo mejor que hemos podido'.
Gregorio Rosa Chávez tiene 74 años y fue uno de los amigos de Monseñor Óscar Romero. Uno de los pocos que él menciona en su diario.
MONS. GREGORIO ROSA CHÁVEZ
Obispo Auxiliar de San Salvador
'Lo conocí a los 14 años, él era sacerdote y yo era seminarista que comenzaba mis estudios secundarios. Después trabajé con él todo un año cuando terminé mis estudios de Filosofía. Ahí nos hicimos amigos, fue el año 65, ahí nos hicimos amigos, y ya caminamos juntos hasta el final de su vida. Momentos tan difíciles que nos tocó vivir, padres asesinados y cosas por el estilo, así que caminamos juntos todo ese tiempo, y eso fue una experiencia muy intensa, pero muy hermosa'.
Gregorio Rosa Chávez recuerda que durante aquellos años, Romero sufrió muchas calumnias y que él mismo tuvo que escribir a Roma para decir la verdad.
Y asegura que siente su nombramiento como cardenal como el reconocimiento de un honor reservado a Romero.
MONS. GREGORIO ROSA CHÁVEZ
Obispo Auxiliar de San Salvador
'Yo lo siento que vengo en nombre de él acá, a recibir ese honor, él lo merecía, cardenal por su sangre, así decía el cardenal Martini en una bellísima carta pastoral, de modo que yo vengo en su nombre a algo que él tenía que haber recibido, pero Dios lo llamó antes y lo coronó con el martirio'.
El nuevo cardenal estudió Filosofía y Teología en San Salvador, y luego Comunicación en Lovaina. Es párroco de una iglesia y tiene una gran sensibilidad por la comunicación.
Ha sido uno de los grandes impulsores del proceso de beatificación de monseñor Romero y por eso sueña con que el Papa lo canonice algún día en El Salvador.