En la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa explico que Dios elige a los más vulnerables, como quienes están cansados y oprimidos, porque tienen la capacidad de escuchar su voz.
FRANCISCO
'Él llama a los pequeños: 'Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, os daré descanso'. Los más pequeños, por su sufrimiento o por el cansancio'. Y Dios elige a los pequeños, se revela a los pequeños y llama a los pequeños. Se podría objetar, ¿pero no llama a los grandes? La respuesta está clara: 'Su corazón está abierto, pero los grandes no logran oír su voz porque están llenos de sí mismos. Sin embargo, para escuchar la voz del Señor, es necesario hacerse pequeños'.
El Papa también meditó sobre la palabra 'elección', y recordó que 'Dios se ha unido a nuestras vidas, que fue Él quien tomó la iniciativa', y no al revés.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA EN ESPAí?OL
Fuente: Radio Vaticana
'Se ha ligado a nuestra vida, no puede separarse. ¡Ha jugado fuertemente! Y permanece fiel en esta actitud. Hemos sido elegidos por amor y ésta es nuestra identidad. 'Yo he elegido esta religión, he elegido...' No, tú no has elegido. Es Él quien te ha elegido a ti, te ha llamado y se ha unido. Y ésta es nuestra fe. Si nosotros no creemos esto, no entendemos lo que es el mensaje de Cristo, no comprendemos el Evangelio'.
'Se ha enamorado de nuestra pequeñez y por esto nos ha elegido. Él elige a los pequeños: no a los grandes, a los pequeños. Y Él se revela a los pequeños: 'Has escondido estas cosas a los sabios y a los doctos y las has revelado a los pequeños'. Él se revela a los pequeños: si tú quieres comprender algo del misterio de Jesús, abájate: hazte pequeño. Reconoce que eres nada. Y no sólo elige y se revela a los pequeños, sino que llama a los pequeños: 'Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y oprimidos: yo les daré descanso'. Ustedes que son los más pequeños, por los sufrimientos, por el cansancio'. Él elige a los pequeños, se revela a los pequeños y llama a los pequeños. Pero, ¿a los grandes no los llama? Su corazón está abierto, pero los grandes no logran oír su voz porque están llenos de sí mismos. Para escuchar la voz del Señor, es necesario hacerse pequeños'.
'Creemos en Dios, sí; sí, también en Jesús, sí. ¿Jesús es Dios? Y el misterio es éste. Ésta es la manifestación, ésta es la gloria de Dios. Fidelidad al elegir, al unirse y pequeñez también para sí mismo: llegar a ser pequeño, anonadarse. El problema de la fe es el núcleo de nuestra vida: podemos ser tan, tan virtuosos, pero con nada o poca fe; debemos comenzar desde aquí, del misterio de Jesucristo que nos ha salvado con su fidelidad'.