El verano ha llegado a Roma y ni el calor ha impedido que miles de peregrinos se encontraran con el Papa Francisco. Uno de los más jóvenes le dio este regalo.
Luego, Francisco continuó con su catequesis sobre la esperanza, y lo hizo hablando sobre los santos. Recordó que siempre son invocados en tres sacramentos: en el bautismo, el matrimonio y la ordenación sacerdotal. Ellos ayudan a cada persona a seguir su vocación y también en momentos difíciles.
FRANCISCO
'Dios no nos abandona nunca: cada vez que lo necesitemos vendrá uno de sus ángeles para ayudarnos a salir adelante y darnos consuelo. 'Ángeles' en ocasiones con rostro y corazón humano, porque los santos de Dios siempre están aquí, escondidos entre nosotros'.
Apartándose del guión, también dijo que aunque parezca difícil, ser santos, es posible porque Dios nos da la 'esperanza para serlo'.
FRANCISCO
'Padre, ¿se puede ser santo en la vida diaria?'
Sí, se puede.
'¿Pero esto significa que debemos estar rezando todo el día?'
'No, significa que debes cumplir tu deber durante todo el día: rezar, ir al trabajo, cuidar de los hijos. Pero debe hacerse todo con el corazón abierto a Dios, de modo que el trabajo, también cuando estemos enfermos o suframos, o en los problemas, esté abierto a Dios. Y así puede uno hacerse santo'.
El Papa Francisco concluyó la audiencia recordando que el viernes la Iglesia celebra la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús en la que se reza especialmente por los sacerdotes.