La guardia suiza se cuadró de nuevo ante Angela Merkel. Se trata de la sexta vez que visita al Papa Francisco.
La canciller alemana y el Papa se reunieron a puerta cerrada durante 40 minutos.
Según el Vaticano, hablaron sobre 'la reunión de julio del G-20 en Hamburgo, la responsabilidad internacional en la lucha contra la pobreza y el hambre, la amenaza global del terrorismo y el cambio climático'.
La canciller dijo que la idea es impulsar la colaboración multilateral, y derribar muros en lugar de construirlos.
Angela Merkel regresaba de una gira en Latinoamérica, que incluyó una parada en Argentina. Por eso, trajo como regalo al Papa dulce de leche y galletas argentinas.
El Papa le regaló una escultura de una rama de olivo, que ella apreció mucho y que mostró a los fotógrafos.
Angela Merkel estuvo acompañada de su marido durante la visita.
Antes de despedirse, el Papa le dio el pésame por el fallecimiento de Helmut Kohl, uno de los protagonistas de la reunificación de Alemania y de la construcción de Europa.
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