El Papa explicó que para recibir el consuelo de Dios hay que dar dos pasos: en primer lugar tener la humildad de reconocer los propios límites. En segundo lugar, salir de la esfera narcisista y servir a los demás, dar consuelo.
FRANCISCO
'Para ser consolado es necesario reconocer que lo necesitamos. Solo así el Señor viene, nos consuela y nos da la misión de consolar a los demás. Y no es fácil tener el corazón abierto para recibir el don y servir, las dos realidades que hacen posible el consuelo'.
Francisco también advirtió contra un falso consuelo: el de quien no pide ayuda y busca compensaciones que no llenan. Para recibir consuelo es necesario dejar el orgullo de lado.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
'La experiencia del consuelo, que es una experiencia espiritual, siempre tiene necesidad de una alteridad para ser plena: nadie puede consolarse a sí mismo, nadie. Y quien trata de hacerlo, termina mirándose al espejo, se mira al espejo, trata de alterarse a sí mismo, de aparecer. Se consuela con estas cosas cerradas que no lo dejan crecer y el aire que respira es ese aire narcisista de la autorreferencialidad. Éste es el consuelo falseado que no deja crecer. Y esto no es el consuelo, porque está cerrado, le falta una alteridad'.
'El consuelo verdadero tiene esta doble alteridad: es don y servicio. Y así, si yo dejo entrar el consuelo del Señor como don es porque tengo necesidad de ser consolado. Estoy necesitado: para ser consolado es necesario reconocer que se está necesitado. Sólo así el Señor viene, nos consuela y nos da la misión de consolar a los demás. Y no es fácil tener el corazón abierto para recibir el don y hacer el servicio, las dos alteridades que hacen posible el consuelo'.
'Los pobres, el corazón se abre con una actitud de pobreza, de pobreza de espíritu. Los que saben llorar, los mansos, la mansedumbre del corazón; los hambrientos de justicia, los que luchan por la justicia; los que son misericordiosos, los que tienen misericordia a los demás; los puros de corazón; los agentes de paz y los que son perseguidos por la justicia, por el amor a la justicia. Así el corazón se abre y el Señor viene con el don del consuelo y la misión de consolar a los demás'.
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