El Papa es un apasionado del deporte y se ha reunido con atletas de todo el mundo. Además, el Vaticano tiene un campeonato de fútbol e incluso un equipo de cricket. Y es que fe y deporte tienen más en común de lo que parecen.
El deporte tiene una capacidad única para promover el desarrollo. Santiago Pérez de Camino, director de la Oficina 'Iglesia y Deporte' del Vaticano, explica cómo.
SANTIAGO PEREZ DE CAMINO
Director, Oficina 'Iglesia y Deporte' (Vaticano)
'Trabajamos sobre todo en dos áreas: relaciones internacionales con instituciones deportivas como el Comité Olímpico Internacional. Por otro lado, estudiamos y promovemos iniciativas para ayudar a los jóvenes en el deporte y para proponer la fe y los valores cristianos a través del deporte'.
El deporte es un idioma mundial que todos comprenden. Quizá por eso, hace algunos meses el Papa dedicó su intención de oración mundial a los atletas.
SANTIAGO PEREZ DE CAMINO
Director, Oficina 'Iglesia y Deporte' (Vaticano)
'Él reza para que el deporte ayude a construir una cultura del encuentro. Habla mucho de ir a las periferias. El deporte es una herramienta perfecta para conseguirlo porque es un lenguaje universal. Todos lo comprenden, todos saben qué es jugar al fútbol o al baloncesto'.
Su oficina ha lanzado iniciativas muy curiosas como un Maratón en Tierra Santa para promover la paz entre Israel y Palestina, o un congreso sobre el papel de los entrenadores.
SANTIAGO PEREZ DE CAMINO
Director, Oficina 'Iglesia y Deporte' (Vaticano)
'Hablamos del papel de los entrenadores en la formación de los jóvenes. Porque a veces el entrenador pasa con ellos más tiempo que su padre, que su madre o que cualquier sacerdote'.
El deporte tiene una capacidad única para conseguir objetivos grandes. Por eso esta oficina trabaja duro para alcanzar la meta de una sociedad con valores deportivos como la integridad, la fraternidad y la paz.
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