El Papa comenzó su visita a Génova en esta fábrica. Es una de las siderurgias más importantes de Italia.
Allí se reunió con empresarios, sindicalistas, trabajadores y personas sin empleo.
En su discurso dio las gracias a los empresarios que crean trabajo, y los distinguió de los especuladores que buscan sólo ganar dinero a costa de los demás.
FRANCISCO
'Hay que tener miedo de los especuladores, no de los empresarios. Pero paradójicamente, a veces parece que el sistema político ayude a quien especula con el trabajo y no a quien invierte y cree en el trabajo. ¿Por qué? Porque hace una burocracia y unos controles con la idea de que todos son especuladores, y así quien no lo es está en desventaja, y quien lo es encuentra los medios para sortear los controles y alcanzar sus objetivos'.
A los trabajadores, el Papa les habló del descanso. Dijo que lo que caracteriza a los esclavos es que no tienen tiempo libre, aunque se les pague mucho por su trabajo.
FRANCISCO
'Es muy malo el trabajo de quien gana mucho para no tener horarios, límites, fronteras entre trabajo y vida, para que el trabajo se convierta en la vida. Una paradoja de nuestra sociedad es que hay a la vez muchas personas que querrían trabajar y no pueden, y otros que trabajan demasiado, que querrían trabajar menos, pero que no pueden porque han sido comprados por las empresas'.