El primer saludo entre el Papa Francisco y Donald Trump estuvo marcado por un tono prudente pero cordial.
'Sea bienvenido'.
'Muchas gracias. Es un gran honor'.
Trump y el Papa se reunieron unos treinta minutos a puerta cerrada.
En estas reuniones cuentan más los gestos que las palabras. En concreto, el regalo del Papa era un mensaje.
'Este es un medallón hecho por un artista romano, con el árbol del olivo como símbolo de paz. Tiene dos ramas. Porque está la división de la guerra, y el olivo lentamente hace la paz'.
'Lo vamos a usar. Necesitamos la paz'.
'Con mis mejores deseos para que usted pueda ser un árbol de olivo para hacer la paz'.
Donald Trump entregó como regalo al Papa la primera edición de las obras de Martin Luther King.
'Son libros y algunas cartas de Martin Luther King'.
Francisco bromeó con Melania sobre el dulce típico de Eslovenia.
'¿La señora le da de comer 'potiza'?'.
'What do you give him to eat?'
'Potiza'
El Papa también saludó a Ivanka Trump y a su marido Jared, uno de los principales asesores del presidente.
Fue un encuentro cordial que terminó con este apretón de manos.
'Gracias. Gracias. No olvidaré lo que usted dijo. Gracias'
El portavoz del Vaticano se mostró satisfecho por el encuentro, en el que ambas partes reconocieron 'el compromiso común en favor de la vida y de la libertad religiosa y de concienciaâ?. Pero no todo fueron puntos en común.
GREG BURKE
Portavoz del Vaticano
'Se ha manifestado el deseo de una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia católica en EE.UU, comprometida en el servicio a la población en los campos de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes'.
El presidente se reunió casi una hora con el Secretario de Estado del Vaticano, con quien intercambió impresiones sobre 'la promoción de la paz a través de la negociación política y el diálogo interreligioso, especialmente en Oriente Medio y respecto a la situación de las comunidades cristianas'.
Luego visitó junto a su esposa y su hija la Capilla Sixtina.
También entró en la basílica de San Pedro. Se detuvo ante la Pietí de Michelangelo.
Estuvo también ante la tumba de Juan Pablo II.
Melania Trump acarició el pie de la estatua de San Pedro como hacen los peregrinos.
Y en la misma puerta de la basílica concluyó la primera visita de Trump al Vaticano como presidente de EE.UU.
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