Cuando una víctima denuncias abusos sexuales cometidos por sacerdotes o religiosos, los obispos deben seguir un protocolo muy concreto.
MIGUEL YÁÑEZ
Comisión Vaticana para protección de menores
'Cuando explotó toda esta gran cantidad de casos en algunos países en la Iglesia, a mi entender, la indignación mayor no era solamente por la existencia de estos casos sino por el mal manejo que habían tenido los lideres de la Iglesia. Yo creo que esta cuestión se está cambiando. Hoy día hay unas normas claras acerca de qué tiene que haber un obispo o un superior religioso cuando recibe una denuncia por parte de una víctima'.
P. JUSTIN WACHS
Experto en Derecho Canónico
'Cuando llega una acusación a manos de un obispo; él o las personas en las que delegue deben hacer todo lo posible para escuchar bien a la víctima. Este es un momento particularmente difícil porque la historia que trae entre manos es muy dolorosa. Es un momento clave'.
El primer paso es evaluar la credibilidad de la acusación y la fiabilidad de las personas envueltas en el caso. Lo mejor es que además se denuncie a las autoridades civiles, y que se colabore con ellas en la investigación.
Cuando el obispo ha sido informado, pone en marcha la fase preliminar de la investigación canónica. Se escuchan las dos versiones, la de la víctima y la del acusado.
Quien denuncia tiene derecho explicar su situación al obispo o a otro sacerdote. También podrá hablar con un laico si eso la ayuda a poder exponer su acusación con libertad.
MIGUEL YÁÑEZ
Comisión Vaticana para protección de menores
'La medida preventiva es esa, que el sacerdote denunciado inmediatamente debe dejar el Ministerio. Debe ser suspendido. Mientras tanto se hace una investigación preliminar y si la denuncia tiene pruebas como para seguir adelante entonces el sacerdote continua suspendido hasta que se termine el juicio2.
P. JUSTIN WACHS
Experto en Derecho Canónico
'El obispo debe actuar con mucha prudencia. Por un lado debe atender a las víctimas, a las supuestas víctimas, pero por otro lado debe proteger la reputación del presunto culpable. Porque todos son inocentes hasta que se pruebe lo contrario'.
Una vez que el obispo ha reunido pruebas que confirman la acusación, debe enviar un informe a la Congregación para la Doctrina de la Fe para que le dé instrucciones. Así Roma se asegura de que el acusado es procesado.
Roma estudiará detalles como cuándo se cometió el delito, la edad que tenía la víctima y tipo de ofensa. Podría decidir que se imponga una sanción automática o a un proceso judicial en Roma o en la misma diócesis.
MIGUEL YÁÑEZ
Comisión Vaticana para protección de menores
'El Papa y la Comisión recomiendan especialmente que las autoridades eclesiásticas colaboren e incluso denuncien al sacerdote. Primero porque somos ciudadanos y estamos sujetos a la justicia civil y en segundo lugar porque se trata de un criminal que puede seguir cometiendo delitos'.
P. JUSTIN WACHS
Experto en Derecho Canónico
'Se debe impartir justicia con velocidad, se debe apurar la verdad, y si es necesario se deben imponer sanciones: incluso la expulsión del ministerio o del sacerdocio si hay peligro de que siga cometiendo delitos'.
El proceso varía caso por caso. La finalidad de este procedimiento es descubrir la verdad y ayudar a las víctimas y a sus familias a recuperarse y reconciliarse. Y además, si el sacerdote es culpable, asegurarse de que no vuelva a cometer abusos.
MB/JRB-JMB
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