Llaman a la puerta y en lugar de su párroco, llega el Papa.
'¡Qué sorpresa!'
'Vengo a traer la bendición de Pascua'.
Esta es la sorpresa mayúscula que se han llevado los vecinos de Ostia, uno de los barrios periféricos de Roma. Francisco ha acudido a sus casas para impartir la tradicional bendición de Pascua.
El Papa recorrió un edificio de apartamentos yendo puerta por puerta para cumplir con esta costumbre.
'Para toda la casa, la familia, para todos'.
'Es fidelísima, todos los días'.
'Esto para la familia. Esto para usted'.
Las personas mayores estaban especialmente emocionadas.
'Se lo agradezco tanto, se lo agradezco tanto'.
Y los niños no se podían creer que el mismo Papa fuera el que entraba en sus casas. Pero es que algunas vecinas tuvieron que mirar de cerca a Francisco porque no podían dar crédito a lo que veían sus ojos.
'Es su Santidad'.
Aunque terminó el Jubileo de la Misericordia, el Papa quiere continuar con esta costumbre de realizar visitas sorpresa un viernes de cada mes. En esta ocasión quiso estar cerca de los que viven más lejos de la Ciudad Eterna, que han correspondido con este cariño al detalle de Francisco.
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