La primera vez que el Papa Francisco salidó de Roma fue para ir a Lampedusa, una isla italiana que se ha convertido en sinónimo de tragedia. Fue un viaje casi profético en el que denunció la cada vez más extendida 'globalización de la indiferencia' ante la desesperación de quienes escapan de la guerra y el hambre.
El Papa ha decidido viajar allá donde su denuncia de la situación resuene más fuerte. Por eso, fue también a Lesbos, escenario del drama migratorio de nuestros días.
Prueba de que la suerte de estas personas es algo que le preocupa es que él mismo ha asumido personalmente el departamento vaticano que se ocupa de los migrantes.
El padre Fabio Baggio es uno de los dos subsecretarios operatirvos de esta oficina y recibe indicaciones directamente del Papa.
P. FABIO BAGGIO
Subsecretario, Discasterio para el Desarrollo Humano
'Sufrimos esta globalización de la indiferencia en la que parece que después de una primera noticia o una segunda noticia, todo nos resbala tanto en nuestro corazón como en nuestra conciencia. En este sentido, el Papa nos ha pedido una atención particular a las víctimas, a quienes sufren dramáticamente esta experiencia migratoria'.
De momento, el padre Baggio que vivió 8 años en América Latina y 8 en Filipinas, tiene dos misiones de parte de Francisco. Por un lado, sensibilizar sobre esta esclavitud moderna, por otro, colaborar con las iglesias locales para reforzar la pastoral migratoria y así responder a la situación con mayor eficacia.
P. FABIO BAGGIO
Subsecretario, Discasterio para el Desarrollo Humano
'Tenemos que lograr interpretar que la llegada de tantas personas que vienen de fuera, de culturas diferentes a la nuestra y de expresiones cristianas o católicas diferentes a las nuestras, es un momento de enriquecimiento de lo que somos y no de empobrecimiento. Esto en lugar de crear el miedo de invasión, del que tanto se habla, debería hacernos buscar el encuentro. Si fuera de verdad mi hermano o mi hermana, ¿cerraría la puerta?'.
En un mundo en el que cada vez se levantan más muros, el Papa aboga por construir puentes. Pero el padre Baggio apunta a que debe ser también una actitud de todos los cristianos, no solo como creyentes sino también como ciudadanos.
P. FABIO BAGGIO
Subsecretario, Discasterio para el Desarrollo Humano
'El primer trabajo es hacer crecer en el pueblo la conciencia de esta temática y sobre todo tratar de que les llegue la información adecuada de modo que, si se debe tomar una decisión, debe ser una elección informada. Tenemos que tratar de llegar, en nuestras comunidades que están formadas por quienes serán votantes, para que tengan una plena conciencia en el momento de votará'
Desde esta secretaría piden además que se difundan las buenas noticias relacionadas con la inmigración, para cambiar la mirada con la que se percibe un fenómeno que es tan antiguo como la propia humanidad.