El Papa entró en este vehículo el seminario patriarcal de Maadi. Así pudo saludar y bendecir a cientos de personas e incluso beber un poco de mate.
Este era un encuentro especial dedicado a más de 1500 sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas. En primer lugar, el Papa les quiso dar un mensaje de ánimo.
FRANCISCO
'Deseo también animaros. No tengáis miedo del peso de cada día, del peso de las circunstancias difíciles por las que algunos de vosotros tenéis que atravesar. Nosotros veneramos la Santa Cruz, que es signo e instrumento de nuestra salvación. Quien huye de la Cruz, escapa de la resurrección.â?.
Francisco enumeró algunos de los peligros a los que se enfrentan las personas consagradas. Les habló de 7 tentaciones.
FRANCISCO
'El consagrado es aquel que con la unción del Espíritu transforma cada obstáculo en una oportunidad, y no cada dificultad en una excusa. Quien anda siempre quejándose en realidad no quiere trabajarâ?.
Junto a esta tentación de quejarse, Francisco también habló de otras tales como dejarse arrastrar por el pesimismo, tener envidia, compararse con los demás, ser individualista, caminar sin rumbo y mencionó una tentación con un nombre muy egipcio.
FRANCISCO
'La tentación del 'faraonismoâ?. ¡Estamos en Egipto! Es decir, de endurecer el corazón y cerrarlo al Señor y a los demás. Es la tentación de sentirse por encima de los demás y de someterlos por vanagloria, de tener la presunción de dejarse servir en lugar de servirâ?.
El Papa les recordó que siempre tengan presente su primer encuentro con Cristo y les pidió que no se olviden de rezar por él.
Tras el rezo del Padrenuestro, el encuentro concluyó con la bendición de Francisco a todos los peregrinos.
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