A lo largo de sus casi ocho años de Pontificado, el Papa Benedicto dio grandes lecciones al mundo que siguen teniendo una gran repercusión en la Iglesia y en la sociedad. Seleccionamos cuatro de ellas.
Su obra teológica.
La obra maestra del Papa Benedicto es su libro 'Jesús de Nazaret'. Lo escribió durante sus pocos tiempos libres. En él muestra que el Jesús que aparece en los Evangelios es el mismo que existió.
Además, el Papa teólogo organizó un sínodo para que los católicos apreciaran mejor la Biblia; explicó que el Concilio Vaticano II no puede leerse en clave de ruptura con el pasado sino como continuidad; y enseñó a apreciar el significado litúrgico de las ceremonias.
Tres grandes discursos políticos
La segunda lección del Papa son sus tres grandes discursos políticos sobre la contribución de la religión al debate público. Son los que pronunció en la Academia Francesa, en el Parlamento Inglés y en el Parlamento Alemán.
Collí¨ge des Bernardins (París)
12 de septiembre de 2008
'En la gran fractura cultural provocada por las migraciones de los pueblos y el nuevo orden de los Estados que se estaban formando, los monasterios eran los lugares en los que sobrevivían los tesoros de la vieja cultura y en los que, a partir de ellos, se iba formando poco a poco una nueva cultura'.
Westminster Hall (Londres)
17 de septiembre, 2010
'Si los principios éticos que sostienen el proceso democrático no se rigen por nada más sólido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente frágil. Aquí reside el verdadero desafío para la democracia. (...) En otras palabras, la religión no es un problema que los legisladores deban solucionar, sino una contribución vital al debate nacional'.
Bundestag
22 de septiembre, 2011 (Berlín)
'Para gran parte de la materia que se ha de regular jurídicamente, el criterio de la mayoría puede ser un criterio suficiente. Pero es evidente que en las cuestiones fundamentales del Derecho, en las cuales está en juego la dignidad del hombre y de la humanidad, el principio de la mayoría no basta'.
Diálogo
La tercera lección de Benedicto es su disposición al diálogo. Benedicto tendió una mano sin éxito a la Fraternidad de San Pio X, el grupo tradicionalista fundado por Marcel Lefebvre; también impulsó las relaciones de la Iglesia católica con la comunidad judía viajando a Tierra Santa y manteniendo encuentros con organizaciones rabínicas; y tras la crisis de Ratisbona, multiplicó sus gestos para rechazar la idea de un conflicto de civilizaciones entre cristianos y musulmanes.
Un Papa que renuncia
Pero la gran lección del Papa profesor, la lección por la que será más recordado es la que encierran estas palabras:
'Por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino'.
Aunque la posibilidad de renunciar estaba prevista en el Derecho Canónico, ningún pontífice lo había hecho antes en el pleno ejercicio de su potestad.
Por eso, Benedicto abrió una puerta que probablemente atravesarán otros sucesores de Pedro.
Además, es un maestro en el arte de cómo ser Papa emérito: o sea, una vida de oración en el Vaticano, con apariciones en público sólo con su sucesor para apoyar su ministerio.