En vez de en San Pedro, el Papa ha celebrado la Misa más importante del año en esta capilla. Es la de la cárcel de Paliano, cerca de Roma. Muchas personas de la zona, le esperaron en la carretera para saludarlo.
En la puerta de la cárcel le recibió emocionada la directora del centro penitenciario. El Papa llevó una flor para la imagen de la Virgen de los prisioneros.
Durante la Misa, como es tradicional, lavó los pies a doce personas. No todos eran hombres, había tres mujeres. Además, había también un musulmán que se bautizará en junio. Dos están condenados a cadena perpetua.
En la homilía explicó el significado profundo de este gesto de servicio reservado para los esclavos, y con el que Jesús quiso dar ejemplo a todos los cristianos.
FRANCISCO
'Os digo que si podéis ayudar a alguien, hacerle un favor en la cárcel, al compañero o la compañera, hacedlo. Porque esto es amor, esto es como el gesto de lavar los pies. Es ser siervo de los demás. Durante esta ceremonia pensemos en Dios, en Jesús. No es una ceremonia folclórica, es un gesto para recordar lo que nos ha dado Jesús. Después de esto, tomó el pan y nos dio su Cuerpo; y tomó el vino, y nos dio su sangre. Así es el amor de Dios. Hoy pensemos solo en el amor de Diosâ?.
La cárcel de Paliano no es como las demás, porque está reservada a quienes han colaborado con la justicia.
Los reclusos prepararon regalos para el Papa, como este icono.
'Lo hemos hecho entre todos los detenidosâ?.
Además, entregaron al Papa todos estos regalos, como verduras de su huerto, una manta de lana blanca o la gorra de sus policías.
JMB
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