En su homilía en casa Santa Marta Francisco invitó a vivir la propia vida de la mejor forma posible con lo que a cada uno le ha tocado.
FRANCISCO
'Hoy el Señor nos dice a cada uno de nosotros: â??Levántate, toma tu vida como sea, bella, fea, como sea, tómala y ve adelante. No tengas miedo, ve adelante con tu camillaâ??. -â??Pero Señor, no es el último modelo...â??-. ¡Pero ve adelante! Con aquella camilla fea quizás, ¡pero ve adelante! Es tu vida, es tu alegría. â??¿Quieres curarte?â?? â?? es la primera pregunta que hoy nos hace el Señor â??. â??¡Sí, Señor!â??. â??â??Levántateâ??â?.
El Papa también explicó que está mal quejarse o echar siempre la culpa al otro de lo que nos pasa. Y añadió que la parálisis del alma se da por la pereza, que es peor que tener un corazón tibio.
EXTRACTO DE LA HOMILíA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticano)
'Es hermoso. Jesús siempre nos dice esto a nosotros: ¿Quieres curarte? ¿Quieres ser feliz? ¿Quieres mejorar tu vida? ¿Quieres sentirte pleno del Espíritu Santo? ¿Quieres curarte?â??, esa palabra de Jesúsâ?¦ Todos los demás que estaban allí, enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, habrían dicho: â??¡Sí, Señor, sí!â??. Pero este es un hombre extraño. Le respondió a Jesús: â??Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua se agita. En efecto, mientras estoy a punto de ir, otro desciende antes que yoâ??. La respuesta es una queja: â??Pero mira, Señor, cuán fea, cuán injusta ha sido la vida conmigo. Todos los demás pueden ir y curarse, y yo desde hace treinta y ocho años que trato, peroâ??â?¦â?.
'Esto se comprende por la actitud, las quejas y también tratando siempre de dar la culpa al otro: â??Pero son los otros los que van antes que yo, yo soy una persona inútil aquí desde hace treinta y ocho añosâ?¦â??. Este es un feo pecado, el pecado de la pereza. Este hombre estaba enfermo no tanto por la parálisis, sino por la pereza, que es peor que tener el corazón tibio, peor aún. Es vivir pero porque vivo y no tener ganas de ir adelante, no tener ganas de hacer algo en la vida, haber perdido la memoria de la alegría. Este hombre ni siquiera de nombre conocía la alegría, la había perdido. Este es el pecado. Es una enfermedad fea: â??Pero así estoy cómodo, me he acostumbradoâ?¦ Pero la vida ha sido injusta conmigoâ?¦â??. Y se ve el resentimiento, la amargura de aquel corazónâ?.
'Hoy el Señor nos dice a cada uno de nosotros: â??Levántate, toma tu vida como sea, bella, fea, como sea, tómala y ve adelante. No tengas miedo, ve adelante con tu camillaâ??. â??â??Pero Señor, no es el último modeloâ?¦â??. ¡Pero ve adelante! Con aquella camilla fea, quizás, ¡pero ve adelante! Es tu vida, es tu alegría. â??¿Quieres curarte?â?? â?? es la primera pregunta que hoy nos hace el Señor â??. â??¡Sí, Señor!â??. â??â??Levántateâ??. Y en la antífona, al inicio de la Misa, estaba aquel inicio tan bello: â??Ustedes que tienen sed, vengan a las aguas â?? son aguas gratis, no se paga â??. Ustedes sacien la sed con alegríaâ??. Y si nosotros le decimos al Señor: â??Sí, quiero curarme. Sí, Señor, ayúdame que quiero levantarmeâ??, sabremos cómo es la alegría de la salvaciónâ?.
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