El Papa pasó más de 20 minutos saludando al millón de peregrinos que acudieron al parque de Monza para participar en la misa que presidió durante su visita a Milán.
Tomando pie de las enseñanzas del Evangelio del día Francisco denunció que en el mundo de hoy no cuentan las personas sino las cifras.
FRANCISCO
'Se especula sobre los pobres y los migrantes, se especula sobre los jóvenes y su futuro. Todo parece reducirse a cifras, dejando, por otra parte, que la vida cotidiana de tantas familias se tiña de precariedad e inseguridadâ?.
Ante la perspectiva de un futuro inestable y de tantos desafíos el Papa dijo que no es cierto que es imposible cambiar las cosas. Cada uno, señaló, tiene un papel protagonista si se mete en juego.
FRANCISCO
'No queremos quedarnos ante tantas situaciones dolorosas como meros espectadores que miran al cielo esperando que pare de llover. Todo lo que está sucediendo nos exige mirar el presente con audaciaâ?.
El Papa dijo que el cristiano que quiere cambiar el mundo debe tener muy presente a Dios en los momentos difíciles. Porque para Él nada es imposible.
El cardenal arzobispo de la ciudad, Angelo Scola, le dio las gracias al final de la ceremonia por los gestos, los mensajes y el estilo de todo el pontificado, no solo del viaje. El Papa aplaudió su anuncio de que la Cáritas local entregaría 55 casas para personas sin recursos y la emoción se hizo notar cuando al terminar el discurso al cardenal se le llegó a quebrar la voz.
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