Cumple cuatro años esta intensa fumata. Eran las 19:06 del 13 de marzo de 2013. Y este humo blanco anunció que la Iglesia católica tenía un nuevo Papa.
Pasó más de una hora hasta que se conoció su nombre.
Mientras tanto, miles de personas intentaron entrar en la plaza de San Pedro y abrirse un hueco para poder saludar al nuevo Papa.
A las 20:12, el cardenal Jean-Louis Tauran, dió la noticia.
Jorge Mario Bergoglio, a partir de entonces Francisco, salió al balcón con el rostro sereno, pero emocionado.
'Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos'.
Y así, igual que el cónclave se cerró con la sorpresa de un candidato poco conocido, comenzó un Pontificado de sorpresas, que está cambiando el mundo.