Las reformas que Francisco ;está llevando a cabo en la Curia desde 2013 se pueden resumir en tres palabras: horizontalidad, centralidad y rapidez.
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1.- HORIZONTALIDAD
El Papa creó un canal alternativo a la Curia para ser informado de la situación de la Iglesia en el mundo. Al mes de ser elegido constituyó un Consejo de Cardenales para asesorarle en el gobierno de la Iglesia. De esta forma Francisco se aseguró otra vía a traves de la cual hacerle llegar información. Se trata de un sistema menos vertical o jerárquico en el que desaparece el filtro de la Curia.
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2.- CENTRALIDAD
Para llevar el control financiero de los más de 200 organismos dependientes del Vaticano Francisco creó en febrero de 2014 la Secretaría para la Economía.
Centralizó en un organismo el gobierno de los medios de comunicación del Vaticano, que funcionaban de forma independiente.
El Papa fusionó siete dicasterios en dos grandes organismos: uno dedicado a los laicos, la gran mayoría de los católicos, y otro de carácter humanitario, para ofrecer respuestas a los problemas del mundo de hoy.
Un caso aparte fue la Comisión para la Tutela de Menores que creó en marzo de 2014. Su objetivo es concienciar sobre este problema a la Iglesia en todos los niveles, obispos, sacerdotes y laicos, y ensenar las pautas de actuación ante la aparición de nuevos casos.
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3.- RAPIDEZ ;
Para no perder tiempo en la resolución de problemas el Papa ha puesto en marcha los nuevos departamentos sin esperar que estuvieran todos los cabos atados. Se trata una práctica insólita en el Vaticano pero eficaz. ;
En realidad lo que el pontífice argentino está poniendo en práctica son las propuestas que hicieron los cardenales en las reuniones previas al cónclave que lo eligió. Estos vieron claro que la Curia necesitaba un modo distinto de trabajar para estar al servicio de los 1.200 millones de católicos que hay en el mundo.
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