El Papa pasó la tarde del domingo en esta parroquia de la periferia de Roma. Antes de esta Misa estuvo con los niños, con familias y con enfermos. Luego, también confesó a cuatro personas.
En la homilía, el Papa explicó que el odio que provoca las guerras es el mismo que sentimos hacia quien nos ofende.
FRANCISCO
'Pensad por ejemplo en las guerras en las familias por la herencia: ¡cuántas familias se destruyen, se odian por la herencia! Rezad para que haya paz. Y si sé que alguien me odia, no me quiere, debo rezar especialmente por él. La oración es potente, la oración vence al mal, la oración trae la pazâ?.
El consejo del Papa para romper la espiral del odio en la familia o con los amigos es rezar por quien nos ofende. Dijo que no significa que no sentiremos rencor, pero que entraremos en la vía del bien.
FRANCISCO
'Todos tenemos enemigos; todos sabemos que éste o aquella hablan mal de mí, lo sabemos. Y sabemos que este o esta me odian. Lo sabemos. Y comenzamos con cosas pequeñas: 'Sé que me ha calumniado, que ha dicho cosas terribles sobre míâ?. Os sugiero que os detengáis un minuto y os dirijáis a Dios Padre: 'Este o esta es Tu hijo, Tu hija: cambia su corazón. Bendícelo. Bendícelaâ?.
El Papa no se marchó con las manos vacías. Los ancianos y los enfermos de la parroquia le prepararon este cuadro de la Virgen María de la Ternura.
A cambio, Francisco les entregó un cáliz, para que cuando celebren la Misa, también se acuerden de él.
JMB
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