Entre esta imagen y esta hay casi un año de diferencia. Durante la visita de Francisco a la Universidad de Roma 3 esta refugiada pudo volver a agradecer al Papa el gesto que le cambió la vida.
Ahora estudia Biología mientras espera que le convaliden los estudios que realizó en Siria y Francia.
'Me sentí muy bien acogida. Muy bien acogida. No he percibido racismo, la Comunidad de San Egidio nos ha acogido muy bien y nos sentimos como en casa. Hay que ser abiertos. No construir muros, hacer puentes, porque somos hombres y mujeres como los demás. Hemos tenido que huir de nuestros países por el hambre y la guerra. Tenemos el derecho de vivir, de tener una vida normal'.
FRANCISCO
'¿Cómo debemos recibirlos, cómo se debe recibir a los migrantes? ¿Cómo se debe acoger a los migrantes? En primer lugar como hermanos y hermanas. Son hombres y mujeres como nosotros'.
Francisco respondió a su pregunta y a la de otros universitarios. El pontífice argentino volvió a demostrar que su sintonía con los jóvenes es especial.
'Realmente ha sido precioso. Pude hacer hasta una foto de recuerdo, el clásico selfie'.
'Ha sido directo, sencillo. Creo que ha llegado al corazón de todos, creyentes y no creyentes.
'A mí, como amante del fútbol, me ha gustado mucho la metáfora del portero porque la vida es así, la vida uno la debe agarrar como venga.
FRANCISCO
'Si no aprendemos a agarrar la vida como viene nunca, nunca, aprenderemos a vivir. La vida se parece un poco al portero de fútbol que agarra el balón de donde venga. Y la vida se debe agarrar como venga.
De nuevo Francisco, tal y como hizo en otros encuentros, tomó notas mientras escuchaba las preguntas y después improvisó totalmente el discurso. Un gesto muy elocuente porque demuestra que su estilo es escuchar para después responder; un gesto que resume el modo en el que el Papa argentino está llevando la Iglesia.