FRANCISCO
9 de julio, 2015
'Esa economía mata. Esa economía excluye'.
Las denuncias de Francisco contra un sistema económico que beneficia a unos pocos tiene fundamento: según el último informe de Oxfam tan solo 8 personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta.
Sin embargo también hay 'contraejemplosâ? como la Economía de Comunión. Se trata de una iniciativa de los focolares formada por emprendedores comprometidos con el bien común.
Estos entienden la empresa desde una perspectiva menos individualista y más social. Destinan parte de los beneficios de su empresa a personas necesitadas o para resolver los problemas concretos en una región.
Por ejemplo, Teresa, de Filipinas, lleva un banco rural que se ha especializado en la concesión de microcréditos. Su ayuda ha sido vital para la supervivencia de la industria en su zona.
TERESA GANZON
Banco Kabayan (Filipinas)
'No solo ayudamos a los pobres de nuestro país. Nuestros beneficios los compartimos con todo el mundo'.
La Economía de Comunión está formada en la actualidad por una red internacional de 800 empresas. Comparten proyectos, experiencias y, sobre todo, el compromiso por la mejora de sus dependientes y sus vecinos. Su punto fuerte es que no solo entregan los medios para salir de la pobreza sino que después no les abandonan a su suerte.
STEVE WILLIAM AZEUMO
Economía de Comunión África Central
'A algunos les ofrecen el pescado, a otros les enseñan a pescar pero lo que realmente necesitan estas personas es que se pesque junto a ellos'.
JOHN MUNDELL
Mundell & Associates (USA)
'A nuestros empleados a menudo les damos tiempo para ayudar a los necesitados durante la jornada laboral, por ejemplo, a distribuir comida a los pobres en nuestra comunidad'.
La Economía de Comunión nació en 1991 bajo el impulso de Chiara Lubich, fundadora del movimiento de los Focolares. Se trata de una nueva cultura de la empresa a la que se han sumado emprendedores de más de 50 países. Tienen por delante el reto de hacer realidad la Doctrina Social de la Iglesia; pensando en el bien común y no solo en los beneficios económicos.