Cuando el Papa se acerca a los peregrinos ocurren los momentos más divertidos de las audiencias generales. Este miércoles le detuvo este grupo de brasileños para cantarle una canción.
Otros intentaron detenerlo para que bendijera a sus hijos, aunque esta pequeña se asustó con la experiencia.
Luego en su catequesis el Papa habló de la tentación de poner condiciones a Dios para obligarlo a que resuelva nuestros problemas exactamente como nosotros queremos.
FRANCISCO
'Pedimos al Señor vida, salud, cariño, felicidad; y es justo hacerlo, pero con la seguridad de que Dios sabe sacar vida también de la muerte, que se puede experimentar paz también en la enfermedad, que puede haber serenidad también en la soledad, y alegría en el llantoâ?.
El Papa recordó la historia bíblica de Judit. La ciudad estaba rodeada por el ejército de Nabucodonosor y los jefes dieron cinco días a Dios para ayudarles antes de entregarse. Pero esta pobre viuda les convenció de que Dios es un padre bueno y que sabe mejor que los hombres lo que nos hace falta.
FRANCISCO
'Si hacemos un poco de memoria... ¡cuántas veces hemos escuchado palabras sabias, consejos valientes de personas sencillas, de mujeres humildes que uno cree que no saben nada! Sin despreciarlas, pero las ve ignorantes. Pero son palabras de sabiduría de Dios. Las palabras de las abuelas. ¡Cuántas veces dicen la palabra justa, la palabra de esperanza!, porque tienen la experiencia de la vida, han sufrido tanto, se han fiado de Dios. Y el Señor les da este don de darnos consejos de esperanzaâ?.
Fue una audiencia general que contó con un participante inesperado, el actor y político Arnold Schwarzenegger. O quién sabe, quizá era un Terminator del futuro que llegaba al Vaticano con un mensaje para el Papa.
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