En su homilía en Casa Santa Marta el Papa Francisco explicó que la vida cristiana es una lucha continua contra las tentaciones que pueden conducir a un camino equivocado.
FRANCISCO
'Pensemos en cómo está nuestro corazón. ¿Siento esta lucha en mi corazón entre la comodidad y el servicio a los demás?, ¿entre divertirme un poco y hacer oración y adoración al Padre?, ¿entre una cosa y la otra?, ¿siento la lucha?, ¿las ganas de hacer el bien o hay algo que me detiene, que me vuelve escéptico?, ¿creo que mi vida conmueve el corazón de Jesús? Si no creo esto, debo rezar mucho para creerlo, para que se me dé esta graciaâ?.
Para responder a estas preguntas el Papa invitó a cada persona a que examine su corazón y pida a Dios la sabiduría para discernir y hacer una elección correcta.
EXTRACTOS DE LA HOMILíA DEL PAPA EN ESPAí?OL
(Radio Vaticano)
'Esta muchedumbre ¿iba a ver a Jesús? ¡Sí! ¿Tenía necesidades? ¡Sí! Algunos eran curiosos, pero estos eran los escépticos, la minoríaâ?¦ Pero a esta muchedumbre la atraía el Padre: era el Padre el que atraía a la gente hacia Jesús. Hasta el punto de que Jesús no permanecía indiferente, como un maestro estático que pronunciaba sus palabras y después se lavaba las manos. ¡No! Esta muchedumbre tocaba el corazón de Jesús. El mismo Evangelio nos dice: â??Jesús se sentía conmovido, porque veía a esta gente como ovejas sin pastorâ??. Y el Padre, a través del Espíritu Santo, atraía a la gente hacia Jesúsâ?.
'Ésta es la verdad; ésta es la realidad que cada uno de nosotros siente cuando se acerca a Jesús. Los espíritus impuros tratan de impedirlo, nos hacen la guerra. â??Pero, Padre, yo soy muy católico; voy siempre a Misaâ?¦ Pero jamás, jamás, tengo estas tentaciones. ¡Gracias a Dios, no!'. '¡Reza, porque estás por un camino equivocado!â??. Una vida cristiana sin tentaciones no es cristiana: es ideológica, es gnóstica, pero no es cristiana. Cuando el Padre atrae a la gente hacia Jesús, hay otro que te atrae de modo contrario ¡y te hace la guerra dentro! Y por esta razón Pablo habla de la vida cristiana como de una lucha: una lucha de todos los días. ¡Una lucha!â?.
'Pensemos cómo es nuestro corazón: ¿Siento esta lucha en mi corazón? ¿Entre la comodidad o el servicio a los demás, entre divertirme un poco o hacer oración y adorar al Padre, entre una cosa y la otra? ¿Siento la lucha, las ganas de hacer el bien? ¿Creo que mi vida conmueve el corazón de Jesús? Si yo no creo esto, debo rezar mucho para creerlo, para que me sea dada esta gracia. Que cada uno de nosotros busque en su corazón cómo va la situación allí. Y pidamos al Señor ser cristianos capaces de discernir lo que sucede en el propio corazón y capaces de elegir bien el camino sobre el que el Padre nos atrae a Jesúsâ?.