Como cada año, con motivo de la fiesta de San Enrique, una delegación ecuménica de Finlandia visitó al Papa en el Vaticano.
Francisco les saludó uno por uno. Por ejemplo al cardenal Kurt Koch, al que felicitó.
'Felicidades por el artículo en el Osservatore Romano'.
También saludó a un sacerdote llamado Francisco con el que bromeó sobre la fría Finlandia y su complicado idioma.
'Buenos días Santo Padre, soy Paco'.
'¿Mucho frío?'
'Un poquito, sí'.
'¿Y aprendiste esa lengua endiablada?'
'Sí, sí la aprendí con mucha fatiga!.
Otra muestra más de la buena sintonía del encuentro fue que el jefe de la delegación pronunció su discurso en español.
'Su Santidad. Leeré el discurso en español y aunque no lo hablo, sin embargo entiendo bien todo lo que voy a decir'.
En la reunión se recordó además el histórico encuentro de Lund, en Suecia, como un hito muy significativo para el camino de este diálogo.
FRANCISCO
'Esta conmemoración conjunta de la Reforma ha tenido un significado importante desde el plano humano y teológico-espiritual. Después de cincuenta años de diálogo ecuménico oficial entre católicos y luteranos, hemos conseguido exponer claramente las perspectivas sobre las que hoy podemos poner de acuerdo'.
Francisco también explicó en qué se basa un auténtico ecumenismo.
FRANCISCO
'El verdadero ecumenismo de hecho se basa en la conversión común a Jesucristo como nuestro Señor y Redentor'.
El Papa aseguró que la intención original de Martin Lutero fue renovar la Iglesia y no dividirla. Y por último, invitó a que, en este 2017 año en que se conmemora la Reforma, católicos y luteranos aprovechen la ocasión para redescubrir juntos el Evangelio.