En su homilía en Santa Marta, el Papa hizo una llamada de atención a aquellas personas que en lugar de vivir sus propias vidas prefieren criticar y juzgar los actos de los demás. Son los que el Papa llama 'los inmóviles'.
FRANCISCO
'Miraban desde el balcón. No iban caminando en su propia vida: '¡'Balconeaban' la vida! Justo allí y ¡jamás corrían ningún riesgo! Sólo juzgaban. Eran los puros y no se implicaban. También los juicios eran fuertes, ¿no? En su corazón: ¡Qué gente ignorante! ¡Qué gente supersticiosa!'
Francisco también habló de los que viven una fe postiza y dijo que 'hacen mucho mal a la iglesia'.
EXTRACTOS DE LA HOMILíA DEL PAPA EN ESPAÑOL
(Radio Vaticano)
'¡Los inmóviles! Aquellos que estaban en el borde del camino, miraban. Estaban sentados. Propiamente sentados. Allá estaban sentados algunos escribas: estos no seguían, miraban. Miraban desde el balcón. No iban caminando en su propia vida: '¡Balconeaban' la vida! Precisamente allí: ¡jamás corrían ningún riesgo! Sólo juzgaban. Eran los puros y no se implicaban. También los juicios eran fuertes, ¿no? En su corazón: '¡Qué gente ignorante! ¡Qué gente supersticiosa!'. Y cuántas veces también nosotros, cuando vemos la piedad de la gente sencilla nos viene a la cabeza aquel clericalismo que tanto mal hace a la Iglesia'.
'Estos de hoy, estos hombres se arriesgaron cuando hicieron el agujero en el techo: corrieron el riesgo de que el dueño de la casa les hiciera una causa, los llevara ante el juez y les hiciera pagar. Se arriesgaron, pero querían ir a lo de Jesús. Aquella mujer enferma desde hacía 18 años se arriesgó cuando, a escondidas, sólo quería tocar el borde del manto de Jesús: corrió el riesgo de provocar vergüenza. Corrió el riesgo: quería la salud, quería llegar a Jesús. Pensemos en la Cananea: y las mujeres se arriesgan más que los hombres, ¡eh! Eso es verdad: ¡son mejores! Y esto debemos reconocerlo'.
'Seguir a Jesús, porque tenemos necesidad de alguna cosa, o seguir a Jesús arriesgando, significa seguir a Jesús con fe: ésta es la fe. Encomendarse a Jesús, fiarse de Jesús y con esta fe en su persona, estos hombres hicieron un agujero en el techo para hacer bajar la camilla delante de Jesús, para que Él lo curara. ¿Me fío de Jesús? ¿Encomiendo mi vida a Jesús? ¿Estoy en camino detrás de Jesús, incluso si hago el ridículo alguna vez? ¿O estoy sentado mirando lo que hacen los demás, mirando la vida, o estoy sentado con el alma 'sentada' 'digamos así ' con el alma cerrada por la amargura, la falta de esperanza'. Cada uno de nosotros puede hacerse estas preguntas hoy'.