El pasado martes, el Gran Maestre de la Orden de Malta dirigió su tradicional discurso al cuerpo diplomático y mencionó por encima la polémica que envuelve estos días a la centenaria institución.
Y es que los Caballeros de Malta han anunciado que no colaborarán con la investigación solicitada por el Papa para conocer las causas del cese de su Gran Canciller.
La Orden pidió la renuncia de su Gran Canciller, Albrecht von Boeselager que se negó a dimitir. El Gran Maestre le cesó de sus funciones y su cargo, alegando también el supuesto apoyo de la Santa Sede. El Vaticano entonces creó una comisión para esclarecer la disputa.
El Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta ha respondido indicando que la sustitución del Gran Canciller es un asunto de gobierno interno de la Orden 'y en consecuencia, cae exclusivamente dentro de su competenciaâ?. Y ha asegurado que, por tanto, no colaborará con la citada comisión.
Aunque la Orden cuenta con unos 50 miembros que hacen votos de pobreza, castidad y obediencia, por constitución es un ente autónomo de la Santa Sede. Es un ente soberano equivalente a un Estado y cuenta con sus propios pasaportes y cuerpo diplomático.
Hoy por hoy trabaja en más de 120 países y cuenta con unos 13.500 caballeros y damas. Además tiene a su cargo a 25.000 trabajadores sanitarios y unos 80.000 voluntarios.
Cada año, los superiores de la Orden se reúnen con el Papa en torno al 24 de junio. Aún queda tiempo, pero probablemente la reunión de este año con Francisco sea la que más expectación genere después de esta polémica.
MB/AC
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